miércoles, 13 de agosto de 2014

Lost in Austen

Tras ver esta mini serie me he visto obligada moralmente a hablar de ella en el blog. Cierto es que no es lo que suelo ver, porque las series románticas o las películas románticas no son mi fuerte, pero cuando me pongo premenstrual pasan estas cosas. Y Lost in Austen tiene algo particular: no sólo es un bodrio romántico, también está llena de costumbres del periodo de la regencia británico, de momentos de vergüenza ajena inevitables y de comedia sencilla pero efectiva al puro estilo inglés.

Su premisa es la idea de que una joven llamanda Amanda Price, adicta a Orgullo y Prejuicio, abre una puerta dimensional entre el mundo de la novela y el real, provocando que Elisabeth Bennet (la protagonista femenina de Orgullo y Prejuicio para quien no lo sepa) llegue a su realidad y la invite a entrar en la suya propia. El problema es que, tras entrar, la puerta no vuelve a abrir, pues Elisabeth no quiere volver a su realidad. Y a partir de aquí todo se vuelve complicado.

Amanda está feliz por poder conocer a los personajes que tanto ama, así como el periodo histórico que tanto admira y el romance apasionado pero cortés y comedido de la época. Pero no está nada satisfecha con como se van desarrollando las cosas pues, sin elisabeth y teniendo que mantener un comportamiento adecuado, se ve obligada a aceptar cambios en la historia original de la novela, lo cual la saca de quicio, pues teme destrozar su novela favorita. 

El hecho de que una joven del siglo XXI como Amanda se pierda en el sencillo mundo de Orgullo y Prejuicio, lleno de complicaciones sociales y de cortesía de la más desesperante, ya es gracioso en sí mismo. Pero a esto hay que añadir que Amanda no es ninguna conocedora de las costumbres de la regencia o una mujer de gran cultura: es una joven mas bien simple que tiene una vida sencilla viviendo con su novio en las afueras de Londres, cuyo lenguaje y acciones dejan ya mucho que desear en nuestra época y más aún a comienzos del siglo XIX.


La mini serie fue creada en el año 2008 y consta de cuatro capítulos con una duración media de sesenta minutos - muy adecuada para la televisión. En castellano creo que le pusieron el título Persiguiendo a Jane Austen y supongo que estará traducida, pero yo tuve el placer de verla en inglés con subtítulos en castellano. No suelo ponerle subtítulos al inglés, pues considero que entiendo bastante, pero me daba miedo que el vocabulario de época me desorientase. Necesito leer más Jane Austen en inglés para poder manejarme en el vocabulario cuidado del pasado. Creo que las expresiones y las entonaciones de los actores son demasiado buenas en inglés como para perdérselas y considero que es recomendable verla en inglés para disfrutarla más. Pero cada uno es libre de verla en el idioma que quiera.

Fuera de todo lo dicho tengo que admitir que yo acabé enamorada Mr. Darcy, maravillosamente interpretado por Elliot Cowan, quien cambia mucho con el aspecto propio de la época. No sé, aunque sea desagradable e imprevisible durante la mayor parte de la serie, acabé sintiéndome locamente atraída por él - ahora me siento como una fangirl absurda. Gracias a Lost in Austen creo que le daré una segunda oportunidad a la historia original de Orgullo y Prejuicio escrita por Jane Austen, a la cual le tomé cierta manía a causa de la película más reciente que se hizo de ella - creo que la vi siendo demasiado joven y, al perderme, no quise soportarla. Además, como es una de las películas favoritas de mi hermana tuve que tragármela incontables veces. Puede que incluso le de otra oportunidad a la misma película, nunca se sabe.

La serie se la recomiendo a todos aquellos que disfruten de una enrevesada y llena de cortesía y prejuicios historia de amor. No diré quienes de entre todos los personajes protagonizan la historia de amor, pero diré que no es exactamente esperable al comienzo de la serie, aunque se vuelve mucho más deducible conforme avanza. A quien no le guste el romance la serie no le gustará, eso es algo evidente. Pero a todas las mujeres que, como yo, no soportan una pastelada absoluta pero necesitan algo de romanticismo para pasar esos horribles días premenstruales, les vendrá bien esta serie, pues el humor y la vergüenza ajena rebajan mucho el color de rosa general. 

 Como pega diré únicamente que parece que apuraron un poco el final, pero no queda mal del todo. Quizá dándole algo más de tiempo hubiese sido más emocionante, pero tampoco hubiesen podido hacer otro capítulo completo para extenderlo sin desesperar a los videntes, así que hicieron algo asumible. Nada más, es una serie aceptable únicamente en los casos ya mencionados y siempre que el romanticismo sea algo que el espectador pueda soportar. 

Esta imagen la saqué yo misma del vídeo, era demasiado fanservice para soportar no hacerlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes incluir imágenes y vídeos en tu comentario usando los siguientes códigos:

[img]URL de la imagen[/img]
[video]URL del video[/video]

En la vista previa se ve el código y no el vídeo/imagen, pero al publicar aparece.

¡Gracias por comentar!