Hace ya un tiempo que me acabé el libro pero no me he dignado hasta ahora a comentar qué me ha parecido. Y, sinceramente, me ha gustado mucho. Probablemente este libro sea el primer libro de ciencia que me engancha de verdad y sin duda debe ser por su carácter divulgativo, por hacer más fácil la comprensión a un lector que no está iniciado en un mundo tan complejo como puede ser el de la cuántica.
Acompañé, a lo largo de mi lectura, a Sonia, una física - y autora del libro - y a Francesc - que sale mencionado también en la portada -, su amigo "de letras". A través de las explicaciones que ella le hace a él, es como el lector se va enterando de la realidad cuántica del momento, de cómo se llegó hasta ella y lo que se pretende conseguir en el futuro. Además, todo está complementado con aventuras surrealistas para poder hacer las explicaciones amenas y con unos prácticos apéndices - uno por cada capítulo - al final del libro. Dichos apéndices se podría decir que son más científicos, pero siempre dentro del concepto de hacer entender realidades complejas a lectores no iniciados.
Este libro me ha abierto un cierto apetito por la divulgación científica - sin olvidar el resto de géneros que me gustan, por supuesto -, por lo que me he comprado mi siguiente víctima: Alicia en el País de los cuantos; libro del que hablaré ya en otra entrada.
En definitiva, Desayuno con partículas es un libro áltamente recomendable para aquellos que, como yo, sientan cierta curiosidad por el mundo de la física pero no se quieran meter por los derroteros de la compleja ciencia matemática que la acompaña. En mi opinión subjetiva le pongo un cuatro sobre cinco y se queda en el cuatro porque hay ciertas partes que me resultaron demasiado evidentes o lentas.
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